A una semana de la reapertura presencial de clases, la Secretaría de Educación Pública reporta el retorno de más de 12 millones de alumnos de educación básica; y a pesar de la publicación de la Guía para el regreso responsable y ordenado a las escuelas para el ciclo 2021-2022, en la que se detallan los protocolos que la comunidad académica debe implementar diariamente para tener jornadas seguras, todavía existen muchas dudas e incertidumbre sobre las medidas que deben aplicarse en la casa, escuela y aula -de acuerdo al nivel escolar- para mantener a salvo a las niñas, niños y adolescentes del COVID.
Y es debido al status epidémico del semáforo nacional, que hasta el próximo 19 de septiembre se mantiene al 94% del territorio en semáforo naranja y amarillo, es decir, con riesgos alto y medio; aunado al reporte reciente del cierre temporal de 39 de las 88 escuelas que esta semana ya presentaron casos de COVID en su comunidad, que madres, padres y tutores de todo el país han expresado en redes sociales los retos que impiden implementar medidas de bioseguridad estrictas para evitar la propagación del virus.
Falta de agua, aulas pequeñas con poca ventilación, reducidos espacios al aire libre y mobiliario insuficiente, son algunas de las carencias en infraestructura que se han señalado como impedimento para aplicar las medidas de higiene y seguridad al interior de las escuelas.
Pero ¿qué hacer para reducir las ventanas de vulnerabilidad de los estudiantes, docentes y personal administrativo en las escuelas?
De acuerdo con el Dr. Pedro Azuara, médico cirujano Pediatra, consultor de Éviter®, marca mexicana que basa sus productos sanitizantes en la nano bio molécula Nbelyax®, única en el mundo capaz de eliminar de manera efectiva y segura los virus, bacterias, hongos y demás patógenos hasta por 72 horas, señala que existen cuatro recomendaciones fundamentales de bioseguridad, además de mantener la distancia recomendada por las autoridades de salud, para convertir a las escuelas en espacios seguros de COVID sin importar el nivel educativo.
“En primer lugar, la desinfección previa de superficies, contar con productos biodegradables, inocuos y de larga permanencia para obtener una verdadera barrera física de protección contra virus; después es necesario potenciar el sistema inmunológico; la importancia del lavado de manos constante sin efecto corrosivo en la piel; y el uso de cubrebocas de 3 capas reutilizables, así evitamos contaminación innecesaria en el medio ambiente”.
Dr. Pedro Azuara
Respecto a la desinfección previa de espacios, el experto afirma que sigue siendo vital, pues si bien el 90% de los contagios por COVID-19 son por vías respiratorias (y no por tocar las superficies), se debe considerar que los menores tocan su cara al menos 50 veces por hora, es por ello la importancia de mantener los ambientes sanitizados con productos eficaces y de larga durabilidad.
En cuanto a la protección interna y externa, se refiere a la importancia de contar con “capas” de seguridad.
La barrera interna implica mantener al sistema inmune en óptimas condiciones a través del consumo diario de alimentos o suplementos ricos en Vitamina C y Zinc, nutrientes reconocidos por sus propiedades para restaurar la oxidación celular y activar los linfocitos T que defienden de infecciones. Una opción de suplemento alimenticio es GasdemB, que incluye estos ingredientes nano particulados, es decir, que permiten que su absorción sea más rápida y eficaz, además puede administrarse 3 veces al día o cada 8 horas.
Por su parte, la barrera externa se refiere a una de las medidas más recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS): el lavado de manos de manera correcta, constante y sustentable; así como continuar con las medidas preventivas de sana distancia en ambientes sanitizados, de preferencia abiertos, el uso del cubrebocas y la aplicación de desinfectante para manos. Se destaca quese deben considerar productos que cuenten con alta permanencia en la piel sin ocasionar daños o toxicidad y que tampoco impacten significativamente al ambiente.
“Éviter ha desarrollado la crema desinfectante Biosalud® que además de evitar la irritación de la piel y mucosas, protege hasta por 12 horas pues contiene Nbelyax®. Esta crema puede ser colocada en manos, la cara, nariz y cuerpo, favoreciendo la generación de una capa externa adicional, con protección científicamente comprobada, pues establecen una barrera contra virus y bacterias que se adquieren a través de las mucosas”, explicó el Dr. Azuara.
En cuanto a los cubrebocas, el experto comenta que, si bien las recomendaciones de la OMS indican su uso forzoso en la población mayor de 6 años, existen herramientas basadas en nano bio tecnología que pueden ayudar a los más pequeños a estar a salvo, como los cubrebocas desarrollados con textiles de sólidos filtros que, además de ser lavables, cuentan con la nano bio molécula capaz de inactivar no sólo el SARS CoV2, sino otros virus.
Conoce más de Éviter en su sitio oficial.