En los últimos años se duplicó el contrabando de combustibles, y no lo decimos nosotros, lo dice el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
En el Informe Tributario y de Gestión se dio a conocer que el contrabando anual de combustibles pasó de 45.8 millones a 102 millones en 2021, un 122.7% más.
Imagínense si no hubiera caído el COVID-19, pues se estima que si hubiéramos estado libres de COVID hubiera llegado a 89.6 millones en 2020.
Peor tantito, pues el huachicoleo provocó un cambio estructural con la disminución de venta legal en relación a lo proyectado, basado en el crecimiento económico.
Pues la oferta legal de combustibles, llegó a 375.7 millones de barriles, cuando la demanda real estimada era de 477.7 barriles durante 2021.
Sorprendentemente la diferencia de 102 millones de barriles es un volumen de contrabando, equivalente a 27% de las ventas legitimas.
Según el SAT los ingresos captados por medio de los diferentes gravámenes en México sumaron 3.6 billones de pesos el año pasado.
Con un cumplimiento de 101% frente a lo que establece la Ley de Ingresos de la Federación, y 33.6 mil millones de pesos adicionales a lo programado.
Se alcanzó un alza de 3% en comparación con 2018, monto equivalente a 504 mil millones de pesos.
Sin embargo, luego de superar la meta de recaudación de impuestos, el órgano prevé menores ingresos para este año.
“Si bien se proyectaba un 2022 con mejores condiciones económicas, los rebrotes de COVID-19, y los eventos geopolíticos están afectando las perspectivas de recuperación, por lo que existe la posibilidad de un escenario con menores ingresos tributarios que lo previsto”.