Fue el 18 de febrero cuando José Luis Rodríguez Díaz de León, secretario de Trabajo y Fomento al Empleo de la Ciudad de México, informó a medios que “en una semana más” se presentaría la Ley Sheinbaum (bautizada así por los repartidores de delivery en la CDMX). No sucedió, no se presentó nada y los repartidores siguieron a la espera, pues aún temen que se esté planeando una regulación más restrictiva que comprometa su flexibilidad y autonomía, es decir la oportunidad de generar ingresos en diferentes plataformas, los días y horas que ellos decidan.
Sin embargo, las autoridades continúan impulsando un discurso lleno de medias verdades y datos que no corresponden a la realidad. Aquí los aclaramos: No, no existe la precarización…
Uno de los principales argumentos del gobierno sobre los repartidores de plataformas digitales es son trabajos precarios, ¿por qué no es así? De entrada, en el estudio “Las Plataformas de Entrega a Domicilio en la Economía Mexicana”, elaborado por la Asociación de Internet MX (AIMX) y el CIDE, se descubrió que, de 2012 a 2020, el crecimiento del ingreso promedio mensual de los repartidores fue de 117 por ciento.
Por su parte, el ingreso promedio mensual del trabajador tradicional de la economía mexicana creció apenas el 25 por ciento.
Los datos también indican que, desde la llegada del delivery, la participación del sector restaurantero en la generación de riqueza del país ha crecido entre el 28 y el 32 por ciento de 2013 a 2020.
Seguridad social, un problema de todos
Quienes plantean una regulación para el trabajo de las personas repartidoras frecuentemente refieren a las condiciones de esta actividad y su ausencia de seguridad social.
Sin embargo, es importante señalar la falla estructural del mercado laboral mexicano. El 99 por ciento (es decir, más de 15 millones de personas) de los trabajadores independientes en nuestro país no tienen cobertura de servicios médicos.
Los conductores y repartidores son sólo una pequeña parte de toda la población ocupada y de trabajadores independientes en el país. Precisamente, todos tienen que ser incluidos en esquemas flexibles para proporcionar lo que los gobiernos aspiran.
Por ello, entre otras alternativas, académicos proponen un paquete de beneficios de seguridad social. Dicho esquema estaría financiado tripartitamente entre “trabajadores digitales”, plataformas y Estado, con la libertad de afiliarse o no.
El Estado Mexicano tiene ante sí un reto importante: regular esta nueva categoría de “trabajador digital”.
- Te puede interesar: Gobierno exenta de aranceles a productos de importación
Con información de Safeshopping.news