Petroleos Mexicanos (Pemex) recaudó menos dinerito de lo esperado para financiar su deuda pendiente con los proveedores esta semana, a pesar de sus bonos ¡ya mándenles a los cobradores de Coppel!
La compañía vendió mil 500 millones de dólares en bonos con vencimiento en 2029, en comparación con los 2 mil millones que tenían planeados.
La deuda de Pemex no la tiene ni Obama, pues es de 108 mil 100 millones de dólares y ha tenido problemas para pagar a sus proveedores en los últimos años.
Y es que la petrolera anda nadando entre una producción petróleo reducida, y recursos agotados para cubrir su división de refinación no rentable.
Al cierre del primer trimestre del año Pemex debía a sus proveedores 72 mil 600 millones de pesos.
Aunque implementaron la venta de bonos para darse una ayudadita, ésta generó dudas entre los inversionistas sobre por qué Pemex no está generando suficiente efectivo para pagar.
O sea, imagínense que los inversionistas ya hasta le perdieron la fe a la petrolera e incluso se preguntan quién les asegura que Pemex es una buena opción.
Ya que un representante de Pemex no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
“Esta transacción dejó un mal sabor de boca a los inversionistas, ¿qué va a impedir que Pemex vuelva a hacer esto en seis meses?”
Aaron Gifford, analista de deuda soberana de mercados emergentes de T. Rowe Price Group
Pemex le tenía mucha fe a la implementación de los bonos globales que Pemex intercambiaría por facturas comerciales entre sus proveedores y contratistas.
Bueno, hasta se consideró que sí había mercado que pudiera interesarse en estos bonos. Por ejemplo, los fondos de inversión que no tienen restricciones de comprar “notas basura” les podría resultar atractiva.
Las empresas tendrían la opción de aceptar voluntariamente este intercambio y tener que “defaultear” esos compromisos con sus bonistas, o bien, demandar a Pemex.
Sin embargo, parece que estos bonos fueron de lo más patito, pues la deuda sigue y sigue…