La llegada de Blackpink a la Ciudad de México fue atestiguada por miles de personas fanáticas del K-Pop, entre las que también se encontraba la corcholata Marcelo Ebrard.
Pasando su momento más “chavo”, el secretario de Relaciones Exteriores se llevó hasta a su esposa a la zona “platinos”, en donde los lugares por ver a una de las agrupaciones más famosas del mundo costaba entre 6 mil y 30 mil pesos.
Y como todo fan, Marcelo posteó en sus redes sociales que se encontraba en el debut de las coreanas en México, fecha que fue parte de su World Tour.
En compañía de su esposa, Rosalinda Bueso, Ebrard se mostraba emocionado en los videos posteados, ya que le entró de lleno al papel de adolescente k-popero.
Aunque eso sí, algunos “jóvenes” se acercaron al que podría ser uno de los candidatos a la presidencia de 2024, quizá por la experiencia de tener una foto con el probable próximo presidente de México en un concierto de las Blackpink.
Entre su cuenta de Twitter y su ya muy famosa sesión de TikTok, Marcelo describió la experiencia del concierto como “padrísima”.
Incluso hasta le dio la bienvenida a Jisoo, Jennie, Rose y Lisa con un mensaje que dice “Black Pink welcome to México!!!”.
Políticos en “la chaviza”
La presencia de Marcelo Ebrard en el concierto de Blackpink se une a la reciente tendencia en la que, funcionarios en México, demuestran interés por artistas mainstream que tienen una gran fan base en México.
Como ejemplo tenemos a Arturo Zaldívar, presidente de la SCJN y su “obsesión” por Taylor Swift, a Claudia Sheinbaum y su concierto de la Rosalía y ahora, el interés del Canciller por un grupo de K-Pop.
¿Qué nos quiere decir? ¿Si gana traerá a BTS?
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