En el aumento de la violencia en México, si hay un sector que suena en los medios de comunicación es el de las madres buscadoras.
Se trata de mujeres que tienen familiares desaparecidos, esfumados bajo el alud de la delincuencia, en un país con más de 100 mil personas no halladas, según Humans Rights Watch.
Estas mujeres, pertenecientes a todos los sectores económicos, niveles educativos y regiones del país, dejaron su vida diaria para dedicarse a investigar y encontrar desaparecidos.
Es un sector de la sociedad que tomó la búsqueda en sus manos; si no lo hacen ellas, entonces no lo hace nadie.
Las madres buscadoras han encontrado cientos de fosas clandestinas en todo el país, con restos de miles de personas que finalmente regresaron con quienes los buscaban.
Madres buscadoras piden piedad para seguir con su labor
En días recientes Lorenza Cano Flores, una madre buscadora, también fue víctima de desaparición, al igual que su hermano José Francisco Flores Cano, a quien buscaba desde hace años.
Lo anterior lo denunció el colectivo Salamanca Unidos Buscando Desaparecidos.
Al respecto, Ceci Flores, líder de Madres Buscadoras Sonora, pidió piedad para que Cano Flores y otras mujeres puedan seguir buscando a sus familiares, ya que ellas sólo pretenden eso.
Al mismo tiempo, en los primeros días de enero del 2024 se iniciaron 74 amparos de personas cuyos familiares desaparecidos serían borrados de registros oficiales.
Y es que descubrieron que ni siquiera forman parte del Registro Nacional de Datos de Desaparecidos (RNPED).
Familiares de desaparecidos llevan 74 amparos contra el borrado institucional. “De por sí ya están desaparecidos y los desaparecen de las listas”, reclama la madre de uno de ellos. https://t.co/o0z5b7PtYS
— Emeequis (@emeequis) January 13, 2024
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