Tras los devastadores resultados de la guerra Israel-Palestina, en la que han muerto más de 24 mil personas en tres meses de conflicto armado, los ojos del mundo están cada vez más abiertos ante lo que pareciera ser la guerra más mortífera y cruel del siglo XXI.
México y Chile pidieron a la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, que investigue a Israel por genocidio, crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Gabriel Boric, presidente de Chile, presentaron la queja y reiteraron su preocupación por la Franja de Gaza.
“Obedece a la creciente preocupación por la última escalada de violencia… específicamente a partir del ataque del 7 de octubre de 2023“.
México atraviesa por tiempos violentos, con más de 30 mil muertos por año derivados de la crisis de inseguridad que el gobierno no ha podido controlar.
Los desplazados por la misma causa son más de 28 mil cada año.
Grupos del crimen, cotos de poder en diferentes estados, el presidente López Obrador no hizo nada en cinco años y su sexenio quedará como el más violento.
Lo anterior señalado por organismos tan importantes como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Y AMLO todavía tiene cara para acudir a la Corte Internacional y denunciar que en otro país matan inocentes y cometen actos terroristas en cara de la población civil.
Suena a una broma de la que quisieran despertar 128 millones de mexicanos aterrados por la delincuencia, en un país donde la ley es letra muerta.
¿Por qué México no incurre en crímenes de lesa humanidad, a comparación de Israel?
El sexenio de Felipe Calderón Hinojosa fue conocido por iniciar la guerra contra el crimen, la que supuestamente terminaría de una vez con este mal.
En 2012, al terminar su sexenio, este ex presidente fue denunciado por crímenes de lesa humanidad debido a que su estrategia dejó miles de muertos y desplazados por todo el país.
Sin embargo, esa investigación hasta la fecha no concluyó ni dejó resultados.
De acuerdo a las leyes internacionales el tráfico de drogas no se considera tan grave como la tortura, la violación o la desaparición.
Además se considera que los crímenes de lesa humanidad se derivan de grupos con intereses políticos comprobables, lo que al menos de manera pública aún no puede demostrarse que suceda en México.
Hay varios organismos internacionales que han volteado a ver al país por los altos índices de violencia y la inoperancia del gobierno mexicano para frenarlos.
De cualquier manera, que AMLO se meta en lo que sucede en otros países, cuando no mira lo que sucede en el suyo, es un muy mal chiste.
Aplica la de “candil de la calle, oscuridad de su casa”, quiere resolver la guerra hasta allá, cuando aquí diario hay más de 100 muertos por crimen.
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