Tupperware Brands, la empresa reconocida mundialmente por sus innovadores recipientes para almacenar alimentos, ha solicitado protección por bancarrota bajo el Capítulo 11 de la legislación estadounidense. El anuncio se realizó antes de la medianoche del miércoles, y la compañía con sede en Orlando, Florida, planea continuar operando mientras busca la aprobación del tribunal para una eventual venta.
Razones detrás de la bancarrota
A pesar de haber experimentado un repunte en sus ventas durante la pandemia de COVID-19, la empresa ha registrado un declive constante desde 2018 debido al aumento de la competencia y cambios en los hábitos de consumo. La popularización de los recipientes desechables, la comida rápida y el comercio en línea han afectado negativamente su negocio tradicional de almacenamiento de alimentos.
Tupperware, que en su apogeo a mediados del siglo XX revolucionó el mercado con sus famosas fiestas Tupperware, ha enfrentado dificultades para adaptarse a las nuevas tendencias. Las fiestas, iniciadas en 1948, permitieron a miles de personas vender productos directamente desde sus hogares, generando ingresos adicionales. Sin embargo, la empresa retiró sus productos de las tiendas en 1951, y en los últimos años no ha logrado recuperar el éxito de décadas anteriores.
Problemas financieros acumulados
Desde el año pasado, Tupperware venía advirtiendo a sus inversores sobre su capacidad para mantenerse a flote, enfrentando riesgos de ser excluida de la Bolsa de Nueva York. A pesar de sus esfuerzos por buscar financiamiento adicional, las acciones de la compañía han caído drásticamente, perdiendo el 75% de su valor en 2024. Al cierre del martes, las acciones rondaban los 50 centavos de dólar.
Laurie Ann Goldman, presidenta ejecutiva de Tupperware, afirmó que la situación financiera de la empresa se ha visto afectada por un entorno macroeconómico complicado. “Hemos explorado varias opciones estratégicas y hemos estimado que acogernos a la ley de protección de las quiebras es la mejor salida”, explicó Goldman en los documentos del proceso de insolvencia.
Futuro incierto para Tupperware
A mediados de agosto, la empresa ya había indicado que enfrentaba “problemas importantes de liquidez” y expresó dudas sobre su capacidad para continuar operando. La solicitud de bancarrota le proporcionará la “flexibilidad esencial” para llevar a cabo una transformación tecnológica y potencialmente encontrar nuevos inversionistas o compradores que revitalicen la marca.
El colapso financiero de Tupperware simboliza los desafíos que enfrentan las empresas tradicionales en un mundo cada vez más dominado por nuevas formas de consumo, tecnología y modelos de negocio más dinámicos.