Por primera vez en 3.000 años, los demonios de Tasmania han vuelto a nacer en la Australia continental. Estos marsupiales desaparecieron del continente debido a la llegada de los dingos, perros salvajes no nativos, y la propagación de la Enfermedad del Tumor Facial del Diablo (DFTD), un cáncer contagioso que diezmó al 90% de su población. La caza también contribuyó a su extinción en el continente. Sin embargo, los demonios sobrevivieron en la isla de Tasmania, donde los dingos nunca llegaron.
Reintroducción para salvar el ecosistema
La ONG Aussie Ark, fundada hace 10 años con el objetivo de salvar a los demonios de Tasmania, ha logrado reintroducir estos animales en el ecosistema australiano. En colaboración con las iniciativas Re:wild y Wild Ark, introdujeron 11 demonios en libertad el año pasado. Esta acción culminó con el reciente nacimiento de las primeras crías de demonios de Tasmania en suelo continental en miles de años.
Tim Faulkner, presidente de Aussie Ark, expresó que este hito marca el inicio de una restauración ecológica para Australia: “En 100 años, miraremos atrás y veremos este día como el que inició la recuperación ecológica de todo un país.”
Un depredador vital para el equilibrio del ecosistema
La reintroducción de los demonios de Tasmania podría tener beneficios importantes para el ecosistema australiano. Como marsupiales carnívoros y depredadores nativos, ayudarán a controlar especies invasoras como gatos salvajes y zorros, que representan una amenaza para otras especies endémicas en peligro de extinción.
Aussie Ark tiene previsto liberar dos grupos adicionales de 20 demonios cada uno en los próximos dos años. Para monitorear su adaptación, los demonios llevarán collares con transmisores y serán vigilados con cámaras trampa, lo que permitirá a los investigadores evaluar su comportamiento, el territorio que reclaman, sus hábitos alimenticios y su éxito reproductivo.
Este esfuerzo es un paso crucial hacia la preservación de la biodiversidad en Australia y el rescate de una especie icónica que, por siglos, solo habitaba en la isla de Tasmania.
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