La reciente propuesta de reforma laboral que busca garantizar seguridad social, acceso al Infonavit y seguros contra accidentes para los repartidores de aplicaciones como Uber, ha generado diversas reacciones entre los involucrados.
Aunque la iniciativa pretende mejorar las condiciones laborales de quienes trabajan en plataformas digitales, algunos aspectos han sido cuestionados, en particular por Uber México.
La reforma no solo busca asegurar beneficios como la seguridad social, sino que también permitiría a los repartidores mantener la flexibilidad de horarios.
Sin embargo, este intento por equilibrar protección y flexibilidad ha sido criticado por algunos representantes de las empresas de tecnología.
Uber rechaza algunos aspectos de la reforma
Nicolás Sánchez, director de Asuntos Públicos de Uber México, expresó en una entrevista radiofónica su preocupación sobre la viabilidad de la reforma.
Aunque aseguró que Uber está de acuerdo con mejorar los niveles de protección para los trabajadores, enfatizó que la propuesta no es viable actualmente:
“La propuesta de la que recién tuvimos conocimiento ayer por la tarde requiere perfeccionamiento, requiere abrir un diálogo mucho más amplio porque, en el estado actual, no es viable.”
Un modelo laboral basado en trabajos tradicionales
Sánchez explicó que el principal problema de la reforma radica en que está basada en modelos de trabajo tradicionales, lo que resulta incompatible con la naturaleza del trabajo en plataformas.
Señaló que el 70% de los conductores de Uber en México se conectan menos de 10 horas a la semana, lo cual difiere de los empleos formales de hasta 48 horas semanales.
“La forma de uso es muy distinta al trabajo tradicional. Pretender utilizar un sistema pensado para personas con jornadas intensivas no es realista para quienes solo se conectan dos horas al día.”
Además, muchos repartidores y conductores utilizan estas plataformas como una forma de complementar otras actividades laborales o personales.
Retos en la implementación de la reforma
Sánchez también mencionó que el modelo de trabajo de las plataformas no contempla la existencia de jefes, horarios fijos o instrucciones directas, lo que hace aún más difícil aplicar esta reforma.
Afirmó que sería insostenible desde el punto de vista financiero implementar un sistema que equipare este tipo de trabajo con empleos formales tradicionales:
“Si están cinco minutos conectados, ya hay que pagarles derechos. Ese supermercado no va a funcionar de esa manera, es imposible.”
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