En una reciente entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, la Dra. Leslie Cadena Schlam, fundadora de Nutrición Asertiva, abordó la reciente prohibición del colorante rojo 3 en alimentos en Estados Unidos, una medida que tardó más de 30 años en implementarse.
El colorante rojo 3, también conocido como eritrosina, EFDIC o E127, es un aditivo sintético derivado del petróleo, ampliamente utilizado en productos como caramelos, gomitas, helados y jugos, incluso en opciones consideradas saludables. La Dra. Cadena destacó que, pese a su atractivo visual, este colorante es potencialmente cancerígeno. “Es una buena noticia que finalmente se prohíba en alimentos y fármacos”, comentó.
¿Qué implica esta prohibición para México?
Actualmente, el colorante rojo 3 no está prohibido en México, aunque es posible evitar su consumo revisando las etiquetas de los productos. La Dra. Cadena enfatizó la importancia de la educación al consumidor: “Debemos comunicarles a las personas la importancia de leer etiquetas. Este colorante no solo se encuentra en alimentos, sino también en medicamentos, y tiene relación con problemas como hiperactividad, déficit de atención y, en altas dosis, riesgo de cáncer”.
Mientras que en Estados Unidos la industria alimentaria tiene hasta 2027 para reformular sus productos y el sector farmacéutico hasta enero de 2028, México aún carece de regulaciones específicas sobre este aditivo. La Dra. Cadena señaló que la Unión Europea ya ha prohibido varios colorantes sintéticos, incluidos el amarillo 5 y el rojo 40. “En California ya se tomó acción con estos colorantes, pero lamentablemente estos procesos legislativos son largos”, añadió.
Aunque la evidencia sobre los efectos en humanos no es concluyente, Cadena subrayó la importancia de la precaución: “No debemos crear pánico si lo consumimos en pocas cantidades, pero es mejor optar por alternativas naturales, aunque representen un mayor costo para la industria”.
El colorante rojo 3 sigue siendo un tema de debate global. Mientras tanto, expertos y activistas continúan exigiendo estándares más altos en la calidad de los productos para proteger la salud de los consumidores.