El Palacio de Bellas Artes abrió sus puertas este sábado para rendir un emotivo homenaje póstumo a Silvia Pinal, la última diva de la Época de Oro del cine mexicano. Con su cuerpo presente en el recinto cultural más emblemático del país, familiares, amigos, colegas y seguidores acudieron para despedir a la actriz, quien deja un legado imborrable en la cultura nacional.
El homenaje, organizado por la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), incluyó una ceremonia solemne en la que se recordaron los momentos más destacados de la prolífica carrera de Pinal en cine, teatro y televisión.
Un último adiós lleno de honores
La ceremonia inició con la llegada del féretro al vestíbulo principal de Bellas Artes, adornado con arreglos florales y custodiado por una guardia de honor conformada por figuras del medio artístico, como Angélica María, Diana Bracho y Ofelia Medina.
Lucina Jiménez, directora del INBAL, ofreció un discurso en el que destacó el impacto de Silvia Pinal en la cultura mexicana: “Hoy despedimos a una mujer que transformó el arte en nuestro país. Su talento y carisma trascendieron fronteras, dejando una huella imborrable en el cine mundial”.
El evento también contó con la participación de la Orquesta Sinfónica Nacional, que interpretó piezas emblemáticas como el tema principal de Viridiana, película que marcó un hito en la carrera de Pinal al trabajar con el director español Luis Buñuel.
Familiares y amigos despiden a la diva
La familia de Silvia Pinal, encabezada por sus hijos Sylvia Pasquel, Alejandra Guzmán y Luis Enrique Guzmán, estuvo presente para agradecer el cariño del público. Sylvia Pasquel tomó la palabra para expresar: “Mi madre vivió una vida plena y dejó un legado del que estamos profundamente orgullosos. Gracias por honrarla como se merece”.
Alejandra Guzmán, visiblemente conmovida, dedicó una interpretación musical en memoria de su madre, mientras los asistentes ovacionaban su emotiva actuación.
El legado de Silvia Pinal
Con más de siete décadas de trayectoria, Silvia Pinal se convirtió en una de las figuras más importantes del cine mexicano y una pionera en el cine de autor. Su colaboración con Luis Buñuel y su trabajo en películas como El ángel exterminador y Simón del desierto la consagraron como una actriz de talla internacional.
Además, su incursión en la televisión con el icónico programa Mujer, casos de la vida real marcó a varias generaciones, consolidándola como una figura entrañable en la memoria colectiva de México.
Un adiós imborrable
El homenaje concluyó con una guardia de honor por parte de su familia y amigos cercanos, seguida de un aplauso prolongado de los asistentes, quienes despidieron a Silvia Pinal con lágrimas y aplausos.
El cuerpo de la actriz será trasladado a una ceremonia privada en su honor, donde sus familiares más cercanos le darán el último adiós.
Con este homenaje póstumo, el Palacio de Bellas Artes rinde tributo a una de las mayores exponentes del arte mexicano, dejando claro que el legado de Silvia Pinal vivirá por siempre en la historia cultural de México.