El Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció que hay una campaña “perversa” y “fascista” en su contra.
Las acusaciones surgen a raíz de la difusión de información que sugiere que podría ser responsable de cualquier daño que sufran dichos individuos.
Uno de los temas que acaparó la atención en columnas y programas de opinión recientemente es la posible campaña presidencial de la senadora Xóchitl Gálvez rumbo a las elecciones federales de 2024.
Con ello vienen las preocupaciones sobre su seguridad personal. En su columna titulada “No queremos otro Colosio”, el periodista Raymundo Riva Palacio plantea la posibilidad de que Gálvez sea vista como una enemiga. Además claro de ser una amenaza tanto para López Obrador como para los cárteles de las drogas, sus enemigos.
Esta perspectiva generó inquietudes sobre la protección de la senadora y dio pie a reflexiones sobre el papel y responsabilidad de AMLO en esta situación.
El escritor y periodista Manuel José Pedro Miguel Arce Montoya, también ha comentado sobre otros periodistas que tocan el tema del posible asesinato de Xóchitl Gálvez. Estableciendo comparaciones con el asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio en 1994.
AMLO sobre el complot contra Xóchitl Gálvez
En respuesta a estas acusaciones, AMLO hizo un llamado a los periodistas críticos a su gobierno para que reflexionen sobre sus actos.
Además, aseguró que él no es un represor y que enfrenta a sus adversarios políticamente de manera pacífica, sin recurrir a la fuerza ni a trampas.
También rechazó la idea de que su Administración esté debilitada en lo político, lo que le llevaría a usar recursos del Estado contra sus opositores.
Además, AMLO manifestó su descontento con lo que considera una campaña sucia y autoritaria en su contra. Por lo que anunció que presentará un informe detallado sobre los participantes de esta “campaña” y cómo se han coordinado.
Es importante destacar que la seguridad de los periodistas y candidatos a cargos públicos es un asunto crucial en un país donde la violencia y el crimen organizado han amenazado la libertad de prensa y la estabilidad política.
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