“Ni perdón, ni olvido” se ha convertido en una de las consignas más famosas en la historia de México, vinculada a un evento que dejó una cicatriz profunda en la memoria colectiva del país.
Las marchas sociales que conmemoran el movimiento estudiantil y recuerdan la masacre ocurrida el 2 de octubre de 1968 son un recordatorio constante de un episodio que no debe ser olvidado.
¿Pero qué sucedió en esa fecha y por qué es tan crucial para México? En esta nota, exploraremos la trágica Matanza de Tlatelolco y su contexto histórico.
Un año de cambios y desafíos
El año 1968 marcó un punto de inflexión en la historia de México.
El país estaba decidido a demostrar al mundo su modernidad, decencia y rica historia, ya que se preparaba para ser sede de los primeros Juegos Olímpicos en el continente americano.
Sin embargo, el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz estaba enfocado en mantener el orden y la rectitud en la sociedad mexicana, incluso a costa de la represión.
Conflictos estudiantiles y la Matanza de Tlatelolco
A medida que avanzaba el año, los conflictos estudiantiles se intensificaron.
En julio de 1968, se produjeron violentos enfrentamientos entre estudiantes de instituciones como el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La respuesta represiva de la policía aumentó la tensión, y a finales de julio, varias escuelas habían iniciado un paro de labores, lo que llevó a la ocupación de las instalaciones por parte de la policía.
Agosto y septiembre vieron un aumento en las marchas estudiantiles en la Ciudad de México. El gobierno respondió con la emisión de órdenes de aprehensión contra líderes estudiantiles y la presencia del Ejército en las calles para sofocar cualquier manifestación violenta.
El 13 de septiembre, la Marcha del Silencio tuvo lugar en respuesta al desalojo violento de estudiantes en el Zócalo de la Ciudad de México durante el Cuarto Informe de Gobierno de Díaz Ordaz.
El trágico 2 de octubre de 1968
Sin embargo, el evento más oscuro ocurrió el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco. Miles de estudiantes se habían reunido pacíficamente para exigir democracia y justicia social.
La respuesta del gobierno fue brutal: el Ejército abrió fuego contra la multitud desarmada. Se estima que cientos de personas murieron en esta matanza, aunque las cifras exactas aún son objeto de debate.
El legado de Tlatelolco
El 2 de octubre de 1968 es una fecha que México no debe olvidar. La Matanza de Tlatelolco representa un sombrío capítulo en la historia del país, donde la lucha por la libertad y la justicia fue reprimida con violencia.
“Ni perdón, ni olvido” se ha convertido en un lema que recuerda la importancia de mantener viva la memoria de aquellos que perdieron la vida en la búsqueda de un México mejor.
Esta tragedia continúa siendo un recordatorio de la necesidad de proteger y preservar los derechos humanos y la democracia en la sociedad mexicana.
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